Cada escritor tiene un enfoque único hacia la escritura, con sus propias fortalezas, debilidades y métodos. Conocer qué tipo de escritor eres puede ayudarte a identificar tus mejores herramientas creativas, mejorar tu proceso y, en última instancia, escribir de manera más eficiente y gratificante.
A continuación, te presentamos algunos de los principales tipos de escritores. ¿Te identificas con alguno de ellos?
1. El escritor planificador (plotter)
Este tipo de escritor prefiere tenerlo todo bien estructurado antes de escribir. Diseña un esquema detallado de la trama, define las características y motivaciones de los personajes, e incluso planea la estructura de los capítulos antes de empezar a escribir. Los escritores planificadores encuentran consuelo en la organización y prefieren saber hacia dónde va la historia desde el principio.
Si te identificas con este tipo de escritor, probablemente disfrutas de tener el control sobre la historia y no te gustan las sorpresas en el proceso creativo. Sin embargo, también puedes correr el riesgo de que la planificación se vuelva una trampa que te impida avanzar si sientes que todo debe estar perfecto antes de empezar.
2. El escritor descubridor (pantser)
El escritor descubridor es el opuesto del planificador. Prefiere sentarse frente a la página en blanco y dejar que la historia lo sorprenda. En lugar de seguir un esquema, el escritor descubridor avanza escribiendo sobre la marcha, confiando en su intuición y creatividad para resolver los giros de la trama y el desarrollo de los personajes.
Si eres un escritor descubridor, probablemente disfrutas de la emoción de descubrir la historia mientras escribes, lo que te permite ser flexible y espontáneo. Sin embargo, este enfoque también puede llevar a dificultades a la hora de mantener la coherencia en la trama o el ritmo de la historia, lo que podría requerir más trabajo en la etapa de revisión.
3. El escritor perfeccionista
El escritor perfeccionista no avanza a la siguiente frase hasta que está absolutamente satisfecho con la anterior. Suele editar mientras escribe, releyendo y reescribiendo constantemente para asegurarse de que cada palabra sea la correcta. Este tipo de escritor valora la calidad por encima de la cantidad y no teme pasar horas en una sola página hasta lograr el resultado que busca.
Si te identificas con este tipo de escritor, es probable que tus primeros borradores ya tengan un alto nivel de refinamiento. No obstante, el perfeccionismo también puede ser una barrera, ya que puede ralentizar mucho el proceso y, en ocasiones, hacer que nunca sientas que tu trabajo está realmente terminado.
4. El escritor visual
Este tipo de escritor piensa en imágenes. Antes de escribir una escena, la visualiza como si fuera una película: imagina los gestos de los personajes, los escenarios y las acciones con gran detalle. Para el escritor visual, la historia cobra vida a través de imágenes vívidas, lo que resulta en descripciones detalladas y atmósferas ricas.
Si te identificas con el escritor visual, es probable que tus descripciones sean uno de los puntos fuertes de tu narrativa, transportando a los lectores a mundos palpables. Sin embargo, ten cuidado de no detenerte demasiado en los detalles visuales a costa del desarrollo de la trama o los personajes.
5. El escritor emocional
El escritor emocional se guía por los sentimientos, tanto propios como los de sus personajes. Para este tipo de escritor, lo más importante es transmitir emociones genuinas y conectar profundamente con los lectores a través de las experiencias afectivas de los personajes.
Si eres un escritor emocional, tu narrativa seguramente tocará el corazón de los lectores y los hará sentir identificados con los personajes. Sin embargo, es importante encontrar un equilibrio para que las emociones no opaquen otros aspectos clave, como la coherencia de la trama o la progresión lógica de la historia.
6. El escritor metódico
Este tipo de escritor aborda la escritura como un trabajo serio y disciplinado. Sigue un horario regular, establece metas diarias o semanales de palabras y avanza de manera constante, independientemente de si está inspirado o no. Para el escritor metódico, la clave del éxito está en la rutina y la consistencia.
Si te identificas con este tipo de escritor, probablemente eres muy productivo y puedes completar proyectos largos gracias a tu dedicación. Sin embargo, el riesgo de este enfoque es que, al priorizar la productividad, a veces podrías sentirte desconectado de la inspiración creativa o presionado por cumplir con tus metas a cualquier costo.
7. El escritor experimental
El escritor experimental siempre está buscando nuevas formas de contar historias. Le gusta jugar con la estructura, el estilo, el punto de vista o el lenguaje, y no teme romper las convenciones narrativas. Para este tipo de escritor, la escritura es un laboratorio de pruebas donde puede explorar ideas originales e innovadoras.
Si eres un escritor experimental, seguramente disfrutas sorprendiendo a los lectores con giros inesperados y formatos inusuales. Sin embargo, este enfoque puede requerir un equilibrio cuidadoso para que la experimentación no sacrifique la claridad de la historia o su capacidad de conectar con el lector.
Conclusión
Conocer el tipo de escritor que eres puede ser una herramienta poderosa para mejorar tu proceso creativo. Cada estilo tiene sus ventajas y desafíos, y entender tus propias tendencias te permitirá aprovechar tus fortalezas mientras trabajas en tus áreas de mejora. Recuerda que no es necesario encasillarte en un solo tipo: muchos escritores combinan diferentes enfoques según la historia en la que están trabajando o la etapa del proceso en la que se encuentren.
Al final, lo más importante es que disfrutes del proceso y encuentres el camino que mejor funcione para ti. ¡Escribir es un viaje, y cada escritor lo recorre a su manera!